
Érase una vez un perro llamado Tene, que era callejero. Un día una familia lo encontró y vivieron muchas aventuras. Una cuando fueron de acampada al campo una mañana de verano. Llegaron a un monte y el perro se volvió loco, lo siguieron y llegaron a una cueva, con la ayuda de las linternas de sus mochilas. Había un almacén lleno de sacos, de joyas y dinero:
¡Era la guarida de unos ladrones!
Al salir, llamaron a la policía, que detuvo a los cacos y devolvieron lo robado.
Rubén
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