"¡Qué chulito!"

En un país llamado Garrachas vivía un chico alto, de ojos azules, que tenía como nombre Lucas. Le gustaban mucho las emociones fuertes.
En su pueblo había un parque de atracciones gigantesco. Un día por la tarde fue a probarlo y quedó boquiabierto.
Después de un rato ya había montado prácticamente en todo.

Casi sin darse cuenta, se encontró mirando a un señor que estaba en la montaña rusa, al que se le soltaron las manos y quedó cara abajo; al descender, iba diciendo: “¡Vaya susto!”
Al oírlo, Lucas afirmó: “Eso no es nada para mí”, y montó. Ya en marcho, de tanto miedo que pasó, tuvieron que pedir que parasen la atracción.
Desde aquel día nunca más se chuleó, y por supuesto:

¡No volvió a montar en una montaña rusa!

Andrea