¡Sale una gallina de casa de la señora Carmen!
Él iba lanzado y la atropelló. Entonces le dijo a la señora:
- Hola, buenos días, mire, vi esta gallina aquí tirada y creo que es suya.
- Muchísimas gracias, Juan, seguro que fueron los de la autovía.
- Ah, pues no sé.
- Aún sirve para un caldo.
- Chao, señora Carmen.
- Chao, Juanciño.
Mi padre se fue asustado, pero también muerto de la risa.
Lucía
¡QUÉ MALA SUERTE TUVO LA GALLINA! PRIMERO LA ATROPELLAN Y DESPUÉS LA METEN EN LA POTA.
ResponderEliminarUN BESO.
¡Ja,Ja!¡Que risa!Tenía razón,mira que no darse
ResponderEliminarcuenta.
CHAITO.