
Un día su madre le dijo algo y él se puso muy contento:
- ¡Bien, nos mudamos! ¡Estupendo!
Cuando se levantó, vio todo cambiado, toda su ropa metida
en maletas y el coche lleno de objetos de la casa.
- ¡Levántate! - Le dijo su madre.
- ¡Ya voy, ya voy!
Mientras esperaba, Gabriel jugaba con sus juguetes y cogía los recuerdos que le habían dado sus amigos.
- ¡Bien, nos mudamos! ¡Estupendo!
Cuando se levantó, vio todo cambiado, toda su ropa metida

- ¡Levántate! - Le dijo su madre.
- ¡Ya voy, ya voy!
Mientras esperaba, Gabriel jugaba con sus juguetes y cogía los recuerdos que le habían dado sus amigos.
Pasada una hora, empezaron el viaje y, a medio camino, preguntó el niño:
- ¿Cuánto falta? ¡Me estoy aburriendo!
- Ya estamos llegando.
- ¿Cuánto falta? ¡Me estoy aburriendo!
- Ya estamos llegando.

Uxía
que bonito
ResponderEliminar¿tu eres caprichosa?
ResponderEliminaryo no
Que caprichoso era Gabriel ¿No?
ResponderEliminar