Había una vez un conejito llamado Jorge que fue desde un país lejano hasta Rusia a ver a un amigo. Como no sabía que estaban en verano llevó bufanda, gorro y un abrigo para no tener frío. Cuando encontró a su amigo le pidió que le dejara ropa de verano y fueron a un restaurante a comer. Jorge quería comer algo ruso, y entonces pidió "Borsh", que significa sopa de remolacha. Cuando la probó, dijo:
- ¡Qué buena está!
Al día siguiente fueron a pasear y pasaron por la iglesia. Entraron en ella pero Jorge dijo:
- ¡Qué bonita! Pero a mí me gusta más por fuera.
Entonces su amigo le dijo que tenía razón. Fueron a volar hasta Voronezh y al llegar el conejito dijo:
- ¿Qué tal si vamos a ese hotel de 5 estrellas?
Y el amigo le dijo:
-Sí, claro que sí.
Después de una larga noche montaron en un autobúa para ir al parque de atracciones de Aleksander Pushkin. Se montaron en una montaña rusa. Tuvieron mucho miedo.
Al anochecer se fueron al aeropuerto para despedirse del conejito, que se fue de vuelta a su casa.
Dimitry, Haizea, Yéssica, Santiago y Manuel, de 4º curso.
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