Había una vez dos niños que siempre comían chucherías; sus padres les reñían, pero ellos no hacían caso.
Un día les tocaba ir a revisión al dentista y se cepillaron los dientes con mucho interés … Pero él se dio cuenta de cuál era el problema y les advirtió:
- “ O tomáis chuches una vez a la semana y os cepilláis los dientes tres veces al día, o tendré que poneros un aparato grande y molesto durante mucho tiempo”.
Al llegar a casa, decidieron seguir aquellas recomendaciones.
Cuando volvieron a la consulta, tenían una dentadura tan bonita que el dentista les regaló algunas golosinas.
Borja
Nos pareció muy interesante tu cuento.
ResponderEliminarTodo lo que dice el cuento es verdad tu cuento nos hizo mucha gracia.
Somos David y Rafa de 6º.......
¡Qué feos estarían los niños con ese aparato!
ResponderEliminarAsí no comerán más chuches.
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