lunes, 29 de abril de 2024

"Proverbio africano"

Lo leí en alguna que otra ocasión:

"Para educar a un niño hace falta la tribu entera".

La normalidad ha supuesto discrepancias, algunas veces carentes de sentido; sin pensar en la unión entre familia y profesorado, contando que las dificultades se superan con la unión y un esfuerzo conjunto.

Ahora mismo, el problema que estamos padeciendo debería conducir a formar un grupo que sea capaz de tomar medidas que sean eficaces; a acabar con lo expuesto anteriormente y que sea "la tribu entera" la que colabore, que haya reciprocidad en todos los sentidos, para poder ir superando un camino con más o menos dificultades. 

A nivel instructivo, se precisa un entendimiento permanente desde que entran hasta que salen del colegio. Seguro que, de seguir como hoy, se ha de conseguir dicha meta.

Genaro Veira

martes, 23 de abril de 2024

"Duda profesional"

Sé que con frecuencia, desde hace dieciocho cursos, los que llevo en este colegio, he planteado la necesidad de un hábito de estudio; lógicamente, diferente de 3º a 6º de primaria.

El simple hecho de un trabajo de lectoescritura  supuso que un 33% de cada uno de los grupos de los que he sido responsable, lo considerasen innecesario, superfluo... Tras conocer mi opinión las familias, evidentemente.

Hoy he llevado una sorpresa inmensa: en un escrito - no deberes, ni mucho menos, dos alumnas dedicaron este último fin de semana "completo". ¡Para quitar el sombrero! Por el trabajo en sí y por el motivo del mismo.

Por supuesto, otro alumnado me entregó otros con un nivel impresionante...

¿Y los que no presentaron nada o lo hicieron de cualquier forma? Tengo dudas de obtener una respuesta que sea coherente y pueda justificar esta actitud. 

Genaro Veira

miércoles, 17 de abril de 2024

"Imposible desanimarse"

En el momento en que ves que algunos te cuentan realidades personales que les afectan, aunque no tengan la importancia que le dan, y eres capaz de animarlos...

Y si te llega un escrito que te llena de satisfacción mientras lo lees (inolvidable para el futuro, por supuesto), solo mi más sincero agradecimiento a quien lo ha escrito y que realmente se lo merece.

Genaro Veira

martes, 16 de abril de 2024

martes, 9 de abril de 2024

"Mi año"



Noelia

"Animales"

Aldara

"Música"

¿Alguien sabría definir lo que es la música? Si buscáis en internet os aparecerá una definición científica de lo más extraña. Mejor, explicándolo con mis palabras, es una combinación de sonidos, instrumentos y la voz humana.

Hay miles de tipos de música, por ejemplo: el rock, el jazz, el reggaetón, la clásica..., y todos son especiales y diferentes.

Muchos estudios han afirmado que escucharla sube la autoestima y la confianza en nosotros mismos, y reduce el estrés y la ansiedad. Además, mientras la oímos, nuestro cerebro libera una sustancia llamada dopamina.

Ahora, me gustaría contaros unas curiosidades que me parecieron sorprendentes. 

Mientras escuchamos todas esas combinaciones de sonidos, nuestro corazón intenta imitar el ritmo con sus latidos. ¡Es increíble!

Otra muy curiosa es que las flores crecen mucho más rápido mientras la escuchan. Tremendo, ¿no?

La verdad es que hay miles de cosas que nos suceden día a día y no nos damos cuenta.

Además de su interés, tiene muchísima importancia en nuestras vidas.

Sara

lunes, 8 de abril de 2024

"La fiesta bananera"

Erase una vez una manzana, la más lista y aplicada de la clase; la mejor en todas las asignaturas... Llevaba tres años sacando las mejores notas, la más baja había sido un siete.

Trataba bien y por igual a sus compañeros. Les ayudaba en todas las ocasiones: contentos, agobiados, emocionados, enfadados...

En fin, era el centro de atención y le gustaba serlo. Pensaba que siempre sería así y que nunca cambiaría. Pero nada dura para siempre.

El veintitrés de abril todo cambió, ya que llegó un "PLÁTANO BANANERO". ¡Era terrible! Suspendía todo, no hacia caso a los profesores, maleducado, hacía bromas de mal gusto, insultaba y pegaba a los compañeros. Y hacía "fiestas bananeras".

Pero aun así todos lo querían, le hacían caso y copiaban sus "ejemplos" - por decirlo de alguna manera.

Manzana ya no llamaría más la atención; no le gustaba, no estaba acostumbrada. Seguía haciendo todo lo posible para resaltar.

Primero cambió su aspecto: se puso gafas de sol, gorra hacia atrás y los cordones desatados; en cuanto a su forma de ser: ponía los pies en la mesa, tiraba plásticos al suelo, respondía mal y asistía a semejantes fiestas.

Un día, Manzana se levantó, se miró en un espejo y se preguntó: ¿Esta soy yo? ¿Qué me ha pasado?

En ese momento comprendió todo: había cambiado por culpa de los demás; nunca hizo lo que quería, sino lo que los otros esperaban.

Decidió ser quien era, no perfecta, pero tampoco mala: ¡SER ELLA MISMA!

Mar

"Lo que me recuerda a mí"

- El flequillo:

Muchos se acordarán de que hace poco tiempo lo tenía; es algo distintivo, que no se ve todos los días.

- La manta:

Como siempre tengo frío, como una persona normal, busco una manta; a poder ser, súper cómoda.

- El chocolate:

De pequeña me encantaba, era mi comida preferida. Todo el día queriéndolo, aunque no me lo daban.

- Los colores neón:

Desde que los conozco, me encantaron: por su luz.

- Los subrayadores:

Subrayo todo, hasta los controles; me ayuda a concentrarme y a pensar. Eso sí, dejo todo pintado: los exámenes, los libros, las libretas; casi como si fuera mi marca personal.

- El voleibol:

El último, pero el más importante: me define totalmente. Además de gustarme y de guardar muchos recuerdos, soy la única de todo el colegio que lo practica.

Noa

sábado, 6 de abril de 2024

"Todo llega a su cauce"

Cuando acabe el presente curso, hará cuatro años (dos en la mitad de los alumnos) que comencé a trabajar con estos niños/as, en una situación muy compleja por la pandemia, no sólo por lo que les podía haber afectado mentalmente, sino por la repercusión que a nivel de rendimiento había causado.

Aunque falten poco para acabar, me gustaría concretar alguna que otra cuestión.

Quitando pequeñeces y malas interpretaciones, he sido feliz día tras día; es un placer trabajar con todos y cada uno de ellos, por sí mismos y por el respaldo familiar que hay detrás.

Es bastante complicado llegar a un absoluto entendimiento, porque el camino intermedio entre la exigencia y que se encuentren bien y disfruten no es fácil de conseguir.

La primera reunión general que tuve con las familias expuse algún que otro planteamiento: 

- En cuanto al alumnado, mi nivel de exigencia trataría de conseguir cualquier  meta y que llegasen a dar todo lo que pudiesen, en función de sus capacidades y esfuerzo. Creo haberlo conseguido, con alguna que otra dificultad porque puede haber quien no entienda (un porcentaje de familias del 32% - concreto, por mi gusto por las matemáticas...) que una nota de aviso o un consejo no van a ir en mi beneficio personal, sino en el del niño afectado. La mayoría de las respuestas fueron positivas, cierta minoría no tanto.

- El concepto de disciplina, tan necesario en los momentos actuales, absolutamente lejano y distante del autoritarismo, supuso el buen funcionamiento del aula, sin problema de ningún tipo a nivel interno. 

- El hecho de no descansar ni un minuto, otra labor cumplida, y pensando que nos quedan setenta y cinco días.

- Avanzar con los contenidos de las tres asignaturas que imparto también supuso críticas sin sentido, carentes de lógica.

- Deberes mínimos.

- Había dicho que el trato iba a ser el mismo con todos ellos, y así ha sido, costándome mucho tener que llevarlos por donde he considerado; y lamentándolo cuando pude ser algo estricto en ciertos momentos. Le he tenido que pedir disculpas a alguno/a porque era mi obligación, lo entendieron perfectamente y ahí quedaron pequeñeces sin sentido.

Creo que en septiembre del 2.020 poco más pude haber expresado. Y el tiempo fue pasando.

En el desdoble, fue muy duro: la elección terrible; así como comenzar con otro alumnado, con la reciprocidad mutua de acostumbrarnos al camino que voy marcando.

Por suerte, otra alegría: cualquiera de ellos una maravilla.

De cara al futuro, me refiero al instituto, como consejo,  si me lo permitís: una protección excesiva, libertad para que hagan lo que les parezca, alusión a la carencia de tiempo - irreal..., no son los pasos a seguir, ni mucho menos.

Seguro que pensáis que me he adelantado con este escrito; creo que no, sabéis que soy algo adelantado y no me apetecía tener que esperar al mes de mayo; entre otros motivos, por lo ocupado que voy a estar en esas fechas.

Esta tutoría, la última que voy  a tener durante cuatro años; me queda poco por trabajar como docente. Las alegrías se quedan conmigo para siempre. Y no me van a olvidar por el hecho que fui el maestro que pasó con ellos la citada pandemia.

Daros las gracias por la reciprocidad y la atención habida durante todo este tiempo.

Genaro Veira

"Un bo acto"

Sara

miércoles, 3 de abril de 2024

"Cambios sin sentido"

¿A quién se le ocurre semejantes cosas? No logro entender la función de cambiar la hora.

Era domingo, y por los agujeros de mi habitación atravesaban rayos de sol. Mi cabeza pensaba: "Uy, es muy tarde. Tengo que levantarme a hacer algo y aprovechar el día"; pero mi cuerpo opinaba lo contrario: "Venga, quédate otro ratito en cama, me falta energía".

Sin saberlo se había creado una oposición en mí. ¿A quién hacía caso?

Decidí escuchar si escuchaba el típico ruido de platos en la cocina; es decir, de mamá o papá haciendo el desayuno, o el barullo de la aspiradora succionando el polvo de algún lugar de la casa.

Para mi sorpresa, ni un sonido ni el otro. ¿Qué pensé? Es súper pronto, pero el sol habrá salido antes. ¿Qué pasó? Me volví a quedar dormida.

- ¡Pum, pum! Oye, Sara. Creo que es hora de irse levantando, ¿o vas a desayunar o a comer al mismo tiempo? - dijo mi madre.

Me levanté de golpe de la cama (la jefa solo dice eso cuando es realmente tarde).

Miré el reloj de mi mesita y... ¡SORPRESA!

Eran las 12:30. Nunca me levanto tan tarde.

Esto no es todo. Convencida de que era esa hora, me fui un poco relajada a cepillar y lavar la cara..., cuando escucho a mi hermana decir: "Mamá, ¿es las unas y medias?" (aclaro, está aprendiendo las horas). Casi me da algo. Mi reloj no había cambiado la hora y la vagancia y pereza habían llegado a mí.

Tiene una explicación. El susodicho cambio había trastornado mi sueño y mi descanso. ¿Cuánto durará? Poco, os lo aseguro. Ya se encargará Genaro de despertar mis neuronas.

Sara

"Desde lo más profundo de mi mente"

Esta es la verdad que nunca os han contado, algo difícil de creer pero asombroso a la vez.

¿De dónde vienen los sueños?, ¿y las pesadillas?, ¿o aquellos pensamientos que nos hacen quedar en blanco antes de dormir?

Todos ellos provienen de una persona muy distinta dentro de nosotros. Siento que la mía es muy curiosa, alegre y asustadiza; vosotros también podréis descubrir vuestra personalidad, esa personita que te dirige: como el angelito, muy bueno e inocente, y el demonio, muy travieso y malvado.

Para poder lograrlo, debéis seguir unos sencillos pasos.

- Sentaos en la cama un poco antes de la hora habitual a la que os vais a dormir.

- Ahora intentad recordar lo que hicisteis ese día.

- Adentraros en los pensamientos más oscuros o agradables que pudisteis tener.

- Haceos preguntas, como: ¿Qué hubiera pasado si esto no lo hubiese hecho?, ¿habría cambiado algo?...

- Por último, reflexionad sobre lo que podéis mejorar o qué habríais hecho al respecto.

Lo que yo hago y me ayuda:

- Pensar en la cama qué voy a hacer al día siguiente; cuando alguien da un discurso o está explicando algo importante, repito en mi mente sus palabras para entenderlo y acordarme posteriormente; gracias a mi memoria fotográfica, recuerdo todo con solo ver una imagen, aunque a veces es malo ya que me olvido de la información, mi cabeza me lleva a pensar colores o formas; incluso cuestionar cómo sabemos la hora o el día que es... Si le pegamos a un espejo con un martillo, ¿se rompe e se multiplica? Si los colores son un reflejo de la luz, ¿somos transparentes?

¡Ya veis lo que pasa por mi cabeza!

Mayra