Eres una de mis mejores amigas; eres tanto para mí..., ya desde que íbamos a la guardería.
Empezamos infantil juntas; toda primaria, menos tercero y cuarto, que nos separaron en aulas diferentes. Cuando no estabas, mi nerviosismo era mayor porque te echaba en falta; todo se me hacía muy raro (aun por encima, era el año del "covid") y tampoco nos podíamos ver en el patio.
Siempre has estado conmigo en todos los momentos, buenos y malos; aunque consolando no seas especial, agradezco que estuvieses a mi lado.
Me has regalado miles de recuerdos en mi vida: cuando viniste disfrazada de plátano; el día que en tu finca montamos un camping; jugar a la playmobil; comer gominolas picantes sin tener agua a nuestro alcance...
Lo he pasado de maravilla contigo; los únicos enfados que recuerdo fueron a los cinco años:
- Yo quiero ser Elsa, tú tienes que ser Ana.
- No, yo quiero ser Elsa.
Ahora sería imposible enfadarme contigo. Eres la persona en la que más confío y por eso sabes todos mis secretos.
Nuestra amistad ha durado años, cada segundo que pasamos juntas es más grande, nuestros recuerdos aumentan.
Mar
(La sinceridad no tiene precio, es impagable)
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