Blancanieves: Hace algunos meses, en prensa, salió la noticia de esta joven, que perdió a su padre en un accidente de coche, y su madrastra la cuidaba.
Ella era muy hermosa, de piel pálida, labios rojos vino tinto, pelo corto y negro.
Su don era comunicarse con los animales cantando.
Se dice que la malvada señora a su cargo poseía un espejo mágico que decía hasta la verdad más pura. Cuando le preguntaba quién era la más bella, le respondía que era Blanca; se lo preguntaba una y otra vez, pero obtenía la misma respuesta.
Celosa, llamó a un cazador, le entregó una caja y le dijo que quería el corazón de la pequeña allí dentro.
La madrastra llamó a la joven y le ordenó que fuera a pasear. Cuando ya se encontraba en medio del monte, el cazador entró en acción, le dijo a la niña que se marchase lejos de allí y que no volviera nunca. Asustada, corrió y corrió hasta encontrar un refugio bajo un árbol.
El cazador, mientras, mató a un cerdo y le quitó el corazón, lo metió en la caja y se lo entregó a la madrastra, que creyó que la había matado.
A la mañana siguiente, Blanca se levantó y observó un montón de edificios ante sus ojos. Caminó hasta llegar a aquella ciudad donde, tras preguntar dónde encontrar ayuda, se acercó a un puesto de policía, donde le dieron comida, ropa y un hogar con una familia que la adoptó. Aprovechó para contar a la prensa que de mayor querría trabajar en un zoo y compartir ese don con otra gente.
Ahora vive feliz con dos hermanas, con dos perros, un gato, y unos padres que la quieren y la respeten.
A la madrastra la encarcelaron, y tiraron y destrozaron el espejo.
Mayra
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