Siempre que un maestro asume un reto que presupone difícil, va a tener dudas sobre su capacidad para manejarlo y tirar todo posible para la mejora del rendimiento.
Mi primer paso fue clarificar a las familias que no es lo mismo que un aula haya disciplina, no autoritarismo, cuestiones claramente diferenciables.
El inicio supuso dudas, tanto por mi parte como por la del alumnado, partiendo de un cierto desconocimiento por ambos lados. Pensamientos sin sentido, temores infundados, que quedaron en nada.
Se ha avanzado, creo que adecuadamente. Poco más puedo decir.
Sólo agradecer a todos dos cuestiones: haberme comprendido y saber por dónde quería llevaros; y el cariño recíproco que - pienso - nos hemos tenido.
¡Me olvidaba! El hecho de que le hayáis cogido gusto a las Matemáticas.
Es una satisfacción trabajar con todos vosotros. ¡Impagable!
Sólo pediros que sigáis algunos de los consejos que os he dado de cara al futuro.
(Eso sí, aún nos queda un mes...)
GRACIAS,
Genaro
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