Mi abuelo materno nació en Vigo, hijo de una ama de casa y de un funcionario del puerto.
Muy joven, se marchó a estudiar a al Escuela Oficial de Náutica de Portugalete (Bilbao); de ahí salió con el título de radiotelegrafista.
Sus estudios le permitieron entrar en la Marina Mercante, donde su puesto era oficial radio-electrónico. Navegó durante muchos años por todo el mundo.
Posteriormente, dejó los barcos para trabajar en tierra.
Por si no lo sabéis, su oficio era enviar y recibir mensajes telegráficos por un aparato de radio de barco a tierra.
Siempre me ha contado anécdotas muy interesantes; pero aun así, lo que más me gusta es que es muy cariñoso y agradable. Ah, y por supuesto, lo bien que se comporta con la familia, su simpatía y lo feliz que me hace estando juntos.
Con cariño de su nieto Goyito (como me llama).
Hugo
Mi queridísimo Goyito.
ResponderEliminarTus palabras, me han emocionado muchisimo y te las agradezco de todo corazón.
Desde que naciste, tuve un contacto muy especial, muy cercano contigo y es muy importante para mi este cariño que me manifiestas.
La vida, en su corto o largo recorrido, está llena de obstáculos.
Pero, esos obstáculos se superan con la llegada de personas como tú, es decir, con los nietos.
Cuando uno se llena de años, es decir, envejece, echa la vista atrás y repasa, repasa toda su trayectoria como hijo, como esposo, como padre y como abuelo.
Mi vida como marino Mercante, no fue nada fácil.
Lejanía, soledad, nostalgia...hasta que consigues por oposición ingresar en la mejor empresa de España...Telefónica.
Mis 25 años en su Servicio Marítimo, salvando las vidas de las gentes de la mar, no fueron fáciles tampoco.
Varios destinos y continuos viajes y/o desplazamientos por distintos puntos de la geografía española.
Hasta que, por fin, llegamos a La Coruña, nuestra ciudad adoptiva.
Y, aquí seguimos, todos muy unidos, felices y contentos.
Cuando tu hermano Javi y tu guapísima prima Valentina, vayan creciendo, deberás extremar tus habilidades, que son muchas, para orientarlos y estar siempre unidos como una piña.
Eres un niño, un nieto extraordinario y me siento orgulloso de ti.
Si yo he conseguido llegar a tu corazón se lo debo a alguien muy especial para mí.
Tu extraordinaria abuela.
Un beso muy grande, muy grande, muy grande.
Fdo.
El abuelo.