Estaba en clase de Sociales y me tocaba salir al recreo. Bajé las escaleras y me encontré a mi hermana, me dijo que por favor le ayudara a coger su pinza del pelo que se le había colado debajo de una puerta desconocida.
Yo tenía mucha hambre y quería merendar, pero como insistía tanto, decidí ayudarla. Me llevó hasta la puerta y con el cordón de mi zapato logré abrirla.
Para nuestra sorpresa había un ascensor y ni rastro de las pinzas. No pudimos aguantar las ganas de saber a dónde llevaba ese elevador; así que pulsamos el botón, se abrió, nos metimos en él y dentro solo había una tecla en forma de estrella que ponía "Viaje al paraíso".
Sin pensarlo, Ainhoa lo pulsó y nos llevó hasta otra puerta de la que salían un montón de luces. Se escucharon muchas risas. En ese momento me empezaron a sudar las manos, y mu hermana, toda pancha, me dijo: "Sé más grande que tus miedos y vencerás".
Me tranquilicé y entré... ¿Pero qué ven mis ojos? Estaban todos los padres de juerga vigilándonos a través de cámaras. ¿No era que estaban trabajando? Sonó un ¡trac! Acababa de pisar una pinza y me desperté. ¡Menuda pesadilla!
Sara
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