Os contaré algo raro que me pasó hace unos días.
Cuando estaba cocinando, entre en "Google" (Internet) para buscar recetas.
En un salto, me sorprendió un objeto cuya utilidad era universal. ¡Podía hacer de todo! Cortar, pelar, cocinar, guardar, encender y apagar las luces, bailar...
Tenía: cuchillo, pelador, cocina, cajón, un sistema inteligente, discoteca...
En fin, lo más raro es que solo costaba veinte céntimos.
¡Me olía a chamusquina!
Lo estudiaré.
Mayra
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