Había una vez una niña en clase con el profesor; siempre atendía, escuchaba y respondía a las preguntas.
Un día, sin darse cuenta, vio a un amigo imaginario y se lo contó al maestro:
- He visto a un amigo de otro colegio.
- No inventes cosas raras.
- No lo he hecho, ha sido así.
- Ve al encerado ahora mismo.
- Vale, ya voy.
- ¿Cuánto es esto?
Ella no sabía la respuesta, pero se la susurró su amigo al oído. Rápidamente contestó la pregunta y la mandó, satisfecho, al sitio.
Zaira
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