Erase una vez una niña que soñaba con tener una perrita.
Un día sus pades la llevaron a una protectora de animales; allí vio una de color marroncito y negro, que la miraba con sus ojos tristes, como pidiéndole: "¡Llévame contigo, por favor!".
Se enamoró de ellos y le pidió a sus padres: "Esta es la que quiero llevar".
La adoptaron y se fueron a casa.
Le gusta mucho jugar, comer y los mimitos.
Tania
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