A Mariana un día su madre le dio un juguete nuevo, era una muñeca llamada Rosaura.
Se puso muy feliz y salió corriendo a contárselo a Alba y a Noa:
- ¡Mirad mi muñeca nueva!
- ¿Podemos jugar con ella?
- ¡Claro que sí!
Las tres se lo pasaron genial esa tarde.
La niña piensa que compartir las cosas es muy bonito y la mejor manera de disfrutar de los juguetes.
Aroa
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