Erase una vez una mujer muy guapa con un cabello hermoso, sus ojos reflejaban alegría; sus vestidos eran de seda, con muchos colores.
Como todos los días, salía de compras y de paseo por su pueblo. Los chicos querían casarse con ella, pero esa tarde llegó un príncipe del que se enamoró. Subió a su carroza, la llevó al castillo y le dijo que solo sería para él.
Ella descubrió que no era lo que parecía: le cortó su hermoso cabello, le quitó sus vestidos y le puso ropa sucia. Poco a poco dejó de ser bella. Con gritos y golpes cuando hacía algo mal.
Pasó mucho tiempo sin que se enterase de lo que hacía el príncipe.
En el momento que pudo, escapó y volvió a su pueblo, donde volvió a ser la mujer que era.
Joan
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