Sería un fantasma, con una sábana blanca son solo dos agujeros para los ojos.
Mi risa daría mucho miedo.
Podría volar y atravesar paredes, tirar cosas, encender y apagar la televisión, abrir puertas... Y todo esto sin que nadie me viese.
Lo que más me encantaría es dar sustos; es divertidísimo, para los fantasmas, claro.
Gael
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