Había una vez una niña que iba a un hotel con sus padres dicha noche.
Un día antes de su viaje los amigos le dijeron:
- ¡Cuidado, la mansión donde vas está encantada!
Pero ella no hizo caso y se marchó.
El viaje era muy largo. Cuando llegó al sitio, pasaban cosas raras: estando en la cama vio un fantasma...
Pensó que tenían razón sus amigos; avisó a sus padres, pero no le creían. Entonces bajó y habló con el encargado del edificio.
Mientras, un esqueleto se coló en su habitación y asustó a sus padres. Estaba también un zombi y agarró su cabeza.
Descubrió que eran sus amigos disfrazados y entendió que era una broma.
Mayra
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