Una noche tormentosa estaba en mi casa jugando a los legos.
¡De repente! Vi una sombra y me asusté. Justo, en ese momento, llamaron a la puerta: ¡Toc, toc!
Le dije a mi madre que no la abriera, pero no me hizo caso... Y apareció Freddy Krueger, con una garra afilada en sus manos.
No era quien pensé, sino papá intentando gastarnos una broma.
Pablo
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