Un día, al regresar del cumpleaños de Ana, una compañera del cole, en el coche, nuestros padres nos dijeron que tenían una sorpresa para nosotras.
Pensaba que era un juguete o algo parecido. Al llegar a casa nos pidieron que tapáramos los ojos. Cuando los abrimos vimos una jaula con dos pájaros dentro. Nos sorprendimos mucho.
Se llaman Agapornis; en concreto son los Agapornis fischer, una especie de loritos pequeños.
Kiki es la chica, el mío, y Koko el chico, para mi hermana.
Cada día cantan más y siempre que comemos no nos dejan ni hablar.
Por ahora solo le acariciamos la cabeza al cogerlos con un trapito; espero que dentro de poco vuelen por nuestra casa y se pongan sobre nuestras manos. Para eso creo que aún tiene que pasar mucho tiempo.
Ariana
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