Mentir es muy feo y crea adicción; las consecuencias pueden ser muy graves y perjudicar a alguien. ¿Qué les pasa por la cabeza?, ¿es necesario?
Todo se acaba descubriendo. De los errores también se aprende y, especialmente, cuando ves las consecuencias. Es cuestión de tiempo que se descubra el embuste, con la pérdida de confianza, la decepción, el enfado y la tristeza que conlleva.
Se puede hacer daño a terceras personas, sin llevar a ningún sitio: "Se coge antes a un mentiroso que a un cojo".
Hoy está de moda criticar por "WhatsApp", manipulando y agrandando falsedades. Cualquier padre que oiga alguna barbaridad o mentiras sobre sus hijos puede llegar a denunciar sin motivo.
¡SIEMPRE ES MEJOR DECIR LA VERDAD AUNQUE NO NOS GUSTE"
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