Hace varios días, en un coche aparcado, se descubrió un olor muy desagradable, por lo que se llamó a la policía para que abriese una investigación.
Después de varios días buscando la causa, encontraron la solución al problema. En la parte más escondida del motor se descubrieron los restos de un ratón muerto, que tenía su casa dentro del vehículo y se había comido los cables para hacer su cama.
D.E.P.
Sarah Tortoló
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