Pueden pasar muchísimas cosas:
- Se te infiltre un insecto, ponga huevos y te consuman los bichos.
- Correr el riesgo de decir algo que no debes.
- La mandíbula se agarrote y, cuando quieras volver a cerrarla, no puedas.
- El que tengas al lado te meta el dedo en la campanilla.
- Abrir el músculo y romper con los dientes uno de los tochos.
Manuel
Normalmente abrimos la boca cuando hemos dormido poco o mal y tenemos mucho sueño. Otras veces cuando algo nos sorprende; por ejemplo, cuando trabajamos demasiado en clase.
Pero lo gracioso está
cuando pasan extrañas cosas. Te puede entrar un mosquito o una mosca. ¡Qué
asco! ¿Si por lo menos estuvieran fritas!
Lo peor de todo es que
te pillen tus compañeros. ¡Qué horror! Te pueden llamar de todo.
Así que lo mejor será
poner la mano delante o pensárselo dos veces antes de abrirla.
Ariana
Cuando abro la boca
para bostezar, pienso que van a venir unos pasteles volando y yo sin masticar
me los trago; pero, en vez de eso, sólo trago moscas y mosquitos.
También pueden venir
lacasitos como balas; pero vienen abejas con sus aguijones.
Lola
Si miro al suelo, suelo
recordar y centrarme en momentos graciosos.
Un día estábamos mi
madre, mi hermana y yo en la sala; les pedí que bailaran pero se negaron. Al
final, con la ayuda de la pequeña, la conseguimos levantar pero... ¡Se volvió a
tirar en él! No nos hicimos daño.
¡Nos reímos un buen y
largo rato!
Antía
Cuando bostezo tengo
unas cosquillas en la boca, como si estuviese en las nubes.
Lo siento tanto que me
parece que estoy borracho. Me quedo muy a gusto. Es algo difícil de explicar,
pero es una sensación única.
Lo hago por la mañana,
por la tarde y por la noche y siempre me sienta bien.
Niko
Cuando abres la boca, casi siempre te pasan cosas raras. Los trabajos están muy bien hechos y tienen mucha razón.
ResponderEliminar