Un día, con tantas olas, empezaron a desaparecer todos los peces, por lo que decidieron ir a buscarlos.
Semanas después, Pablo, un submarinista, se puso su traje de buceo y se metió en el agua. ¡No logró ver nada!
Volvió nuevamente y bajó a mayor profundidad, dándose cuenta que algo raro estaba pasando: ¡A los animales les daba miedo salir a la superficie por culpa de los humanos!
Logró convencerlos de que no iban a correr peligro alguno, y todos volvieron a aparecer.
Ana dos Santos
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