Un día fueron los dos de pesca y capturaron muchos peces.
Cerca de una pequeña isla vieron una luz y salió una sirena enganchada a la red. La rescataron, ella les agradeció el esfuerzo y se hizo muy amiga de la niña, fueron inseparables. La llevó junto al refugio de su familia y les contó lo sucedido.
Como a la pequeña le costaba respirar, las sirenas le hicieron un conjuro para tranquilizarla y que pudiese hacerlo.
Mario
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