Había una vez tres alienígenas viajando por la Galaxia.
Un día, estando cerca de la Tierra, su nave se quedó sin combustible; los tres amigos salieron de ella saltando por la ventanilla, cayendo en Galicia, junto al lado de un puesto de videojuegos.
Los dueños, al verlos, quedaron con la boca abierta del asombro ya que eran de color verde, con tres ojos, orejas pequeñitas y con antenas, pelo azul, y con seis brazos.
Vestían con trajes marrones.
Entablaron amistad y los llevaron a un museo, donde les hicieron fotos para luego pintar un cuadro al que llamaron "Los extraños".
Se hicieron muy famosos y, después de muchos años, no quisieron volver a su planeta de origen.
Antía
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