Tiene la cara como la de un conejo, las orejas muy largas y de color rosa y gris, su boca muy alargada y con dos dientes por fuera.
Su cuerpo como el de un oso, todo peludo; abriga a todo el mundo con lo grande que es y con su piel. Sus patas flacuchas como las de una gallina; ágiles, pero no tan veloces como otras.
De carácter muy bueno.
Cuando come es rapidísimo, tarda tres segundos con una zanahoria.
Lo que más le gusta es comer, y a toda velocidad; abrigar a quien se acerque; y su agilidad para coger en las granjas todas las zanahorias posibles.
Mario
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