Un ano, na noite do Samaín, estaba na miña casa durmindo tan tranquilo cando, de súpeto, entrou pola miña fiestra un trol mariño horripilante, colleume e levoume cara ao colexio; apagou as luces no control e encerroume no despacho da xefa de estudos. Capturou tamén a todos os nenos da miña clase.
Ao día seguinte, pola noite era lúa chea: Queríanos papar!
Entón espertei e dinme conta que só era un pesadelo.
Manuel
Hace mil años, un fantasma y un murciélago que vivían en un cementerio con: tumbas, momias, arañas...
Un día por la noche, salieron a una ciudad que se llamaba Temblor. ¿Por qué le llaman así? Porque, de noche, cuando esta nublado, da mucho miedo.
Apareció un fantasma y los asustó tanto con su voz: "Boooooo", que se perdieron.
Tras un largo camino, al fin encontraron el cementerio, donde estaba quien los había atemorizado. Se hicieron amigos, a pesar de que habían vivido su "halloween" más terrorífico.
Ana dos Santos
Había una vez una familia que alquiló una casa. No sabían que estaba encantada.
Cuando fue Samaín, la decoraron. El problema fue que los espíritus, enfadados, empezaron a salir de las calabazas...
La hija mayor tocó una araña que estaba en un rincón de las escaleras, lo que la convirtió en un zombi que trató de comerlos a todos. No pudo, sólo dañó al bebé, que estaba sangrando.
El padre peleó con él, mientras la madre se dirigía al hospital: ¡Lleno de sangre y muertos!
Así fue esta noche, terrorífica y horripilante.
Antía
Por la noche la llevó al cementerio y la dejó allí, marchándose un poco triste para su casa.
Un fantasma la cogió para asustar a los pequeños.
La sorpresa fue que, en su hogar, la encontró de nuevo: ¡Llena de chuches! Eran las gracias que le daba el fantasma por habérsela prestado.
David López
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