lunes, 19 de octubre de 2015

"Descripciones hiperbólicas" (III)

Alto como una farola, delgado igual que un espagueti. El color de la tierra es como el de su pelo, musgo de su cabeza que le crece con el tiempo; sus ojos marrones como el tronco de un árbol; unos dientes perfectos y blancos como la nieve; de su boca siempre sale un pajarito llamado el señor Lengua; y sus dedos largos como los de un pianista.

El rayo de sus piernas: sus motores le dejan ganar cualquier carrera que se proponga. Activo como un alpinista que siempre espera subir al pico de una montaña sin cansarse. Tan flexible como un bailarín. Con tanta energía que no sabe qué hacer con ella.

El infinito de su cerebro puede captar todo lo que le digan.
El Gandhi de la amabilidad; justiciero porque defiende a los demás; gracioso como un payaso, hablador como un loro; inquieto como un saltamontes.
Un buen compañero, como jefe con su banda. Alegre como las flores: ¡Da color a la clase!


                                             

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