A este chico le hicieron en trasplante de cara más difícil del mundo.
Se había disparado accidentalmente con una pistola con 22 años. Se destrozó la nariz, la lengua, los pómulos, los dientes y la mandíbula.
Estuvo así quince años, hasta hace dos que le trasplantaron la cara de un muchacho al que habían atropellado.
Tiene que desarrollar los labios y para eso le vienen bien los besos.
¡Es increíble lo que pueden hacer los médicos!
Álvaro
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