Un coche salía de una gasolinera en Ferrol; de repente se quedó parado y empezó a echar humo; el conductor salió corriendo a avisar al chico de la misma. Cuando se acercaron, empezó a arder y explotó. Tuvieron que venir dos camiones de bomberos para poder apagarlo, así como cuatro coches de policía; el peligro era que ardiera también la estación de gasolina.
No hubo heridos, sólo fue un susto.
¡El conductor era mi abuelo!
Raquel Urgorri
La foto es un poco fuerte
ResponderEliminarLaura Formoso Lago