Un día, cuando estaba en casa de mis abuelos, le dije a mi abuelo si me podía comprar uno. Me contestó que sí y fuimos a casa de un amigo.
Había montones de cachorros, cogí uno marrón y con manchas blancas. Es un perro de caza.Le puse de nombre Blaqui.
Es muy traste y cariñoso. Juega mucho conmigo; a veces muerde, pero él piensa que está jugando.
¡Lo pasamos muy bien juntos!
Pablo
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