Un día, cuando me iba a duchar, de repente, en vez de agua, salieron fideos.
Fui a llamar a un fontanero y me dijo que no sabía lo que le pasaba; y así, uno tras otro hasta llegar a diez.
Durante ese tiempo, comíamos pasta a todas horas. Hasta que se nos ocurrió una idea: cambiar el grifo... ¡Y funcionó!
Así también conseguimos quitar nuestros malos olores.
Fui a llamar a un fontanero y me dijo que no sabía lo que le pasaba; y así, uno tras otro hasta llegar a diez.
Durante ese tiempo, comíamos pasta a todas horas. Hasta que se nos ocurrió una idea: cambiar el grifo... ¡Y funcionó!
Así también conseguimos quitar nuestros malos olores.
Martín
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