Érase una vez un tomate de un color rojo muy fuerte y brillante.
Un día su madre le dijo:
- Ten cuidado, el dueño quiere exprimirnos con su nueva máquina para hacer zumo de tomate, helado de tomate y tomate en lata.
Y él le contestó:
- Lo tendré, mamá.
Mientras jugaba con sus amigos, lo atraparon con otros muchos tomates.
Después de un viaje en moto, llegó a la fábrica y leyó:
Un día su madre le dijo:
- Ten cuidado, el dueño quiere exprimirnos con su nueva máquina para hacer zumo de tomate, helado de tomate y tomate en lata.
Y él le contestó:
- Lo tendré, mamá.
Mientras jugaba con sus amigos, lo atraparon con otros muchos tomates.
Después de un viaje en moto, llegó a la fábrica y leyó:
"Fábrica Verdura Feliz" (Vendemos de todo).
Al llegar al almacén se encontró: electrodomésticos, vehículos... Allí conoció a un ajo muy raro, que le contó que los iban a destrozar y a vender.
Él le dijo que, si conseguían desconectar el generador, podrían escapar.
Al día siguiente se lo contaron a todos y empezó la operación:
Él le dijo que, si conseguían desconectar el generador, podrían escapar.
Al día siguiente se lo contaron a todos y empezó la operación:
¡Desactivar el generador!
Se pusieron en marcha, una excavadora les abrió una puerta y fueron en su busca. Cuando estaban a mitad de camino, se tuvieron que meter en un conducto de ventilación porque muchas personas pasaban por el pasillo; vieron la sección de helados, de todo tipo: de tomate, de ajo... Casi vomitan del asco, pero siguieron su camino. Ya en la sección de exprimir: zumo de tomate, de ajo, de papaya... Decidieron taparse los ojos y, por fin en el generador, salieron del conducto y empezaron a pulsar botones y a arrancar cables: ¡Empezó a echar chispas, reventaron las bombillas, saltaron los relojes y humo!
Finalmente explotó y se apagó todo lo que estaba enchufado a la luz. En efecto, se abrieron las puertas, pero se volvieron a cerrar porque había un generador de emergencia.
Finalmente explotó y se apagó todo lo que estaba enchufado a la luz. En efecto, se abrieron las puertas, pero se volvieron a cerrar porque había un generador de emergencia.
Tuvieron que coger un trozo de cable y lanzarlo contra el conducto de ventilación y salir de la fábrica por una ventana.
Fuera, corrieron hacia una pequeña nave con unas grandes puertas corredizas. Al abrirlas, un gigantesco avión de mercancías, y al fondo el generador de emergencias. Lo desactivaron y fueron a buscar a sus amigos, los llevaron al avión y despegaron.
Ya en el campo, aterrizaron y vivieron felices con las plantas.
Fuera, corrieron hacia una pequeña nave con unas grandes puertas corredizas. Al abrirlas, un gigantesco avión de mercancías, y al fondo el generador de emergencias. Lo desactivaron y fueron a buscar a sus amigos, los llevaron al avión y despegaron.
Ya en el campo, aterrizaron y vivieron felices con las plantas.
Rubén
Jorge dijo:Que cuento, tan grande,colega.
ResponderEliminarMe maree al acabar.