Érase una vez un muñeco llamado Snappi que se estaba derritiendo y que quería ir a Alaska a vivir.
Vivía en Estados Unidos y, para conseguirlo, tenía que pasar por Canadá. Se encontró con un perro callejero y le preguntó si quería ir con él a Alaska, y le contestó que sí.
Llegaron a Canadá. En Winnipeg se encontró una ardilla voladora que se unió al grupo enseguida. Pero un cazador les seguía y se escondieron en un bosque de pinos. Allí lo despistaron.
Cuando estaban a punto de llegar a su destino, en el Gran Lago del Oso se encontraron con un oso que también se les unió.
¡Todos juntos llegaron a Alaska y se quedaron allí para siempre!
Rubén
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