Érase una vez una casa encantada. La leyenda decía que el que entrara no saldría nunca.
Un día un grupo de investigadores llegaron a la ciudad de vacaciones de invierno.
Se les estropeó el coche en medio de una tormenta. Fueron corriendo a un hotel a pedir habitación.
Por la noche vieron brillar algo y fueron a preguntar qué era:
¡Una casa encantada!
Decidieron investigar y resolver ese misterio.
Por la mañana fueron a la biblioteca. Descubrieron que en su interior había un tesoro pero con una maldición: “El que entrase no saldría”. Leyeron que habían desaparecido dos personas.
Fueron a la casa a investigar. Estaba cubierta de polvo y con telas de araña.
Oscurecía y volvieron al hotel.
Al día siguiente habían desaparecido otras dos personas. Decidieron regresar y encontraron muchas cosas, pero no les servían.
Oyeron un lamento y fueron a ver de dónde venía: ¡Era un fantasma! Lo persiguieron hasta una pared, un poco de humo y desapareció …
Después un esqueleto salió de un baúl y empezó a perseguirlos, se escondieron y pasó de largo.
Ya de regreso, un grupo de zombis empezó a perseguirlos. Los condujeron hasta el sótano, donde un vampiro salió de un barril de vino.
Se metieron en un laboratorio, un monstruo les cortó el paso y subieron a la buhardilla, que estaba llena de murciélagos.
Decidieron llevarlos a todos al salón y allí comprendieron que todos eran desaparecidos que querían encontrar el tesoro.
Un día un grupo de investigadores llegaron a la ciudad de vacaciones de invierno.
Se les estropeó el coche en medio de una tormenta. Fueron corriendo a un hotel a pedir habitación.
Por la noche vieron brillar algo y fueron a preguntar qué era:
¡Una casa encantada!
Decidieron investigar y resolver ese misterio.
Por la mañana fueron a la biblioteca. Descubrieron que en su interior había un tesoro pero con una maldición: “El que entrase no saldría”. Leyeron que habían desaparecido dos personas.
Fueron a la casa a investigar. Estaba cubierta de polvo y con telas de araña.
Oscurecía y volvieron al hotel.
Al día siguiente habían desaparecido otras dos personas. Decidieron regresar y encontraron muchas cosas, pero no les servían.
Oyeron un lamento y fueron a ver de dónde venía: ¡Era un fantasma! Lo persiguieron hasta una pared, un poco de humo y desapareció …
Después un esqueleto salió de un baúl y empezó a perseguirlos, se escondieron y pasó de largo.
Ya de regreso, un grupo de zombis empezó a perseguirlos. Los condujeron hasta el sótano, donde un vampiro salió de un barril de vino.
Se metieron en un laboratorio, un monstruo les cortó el paso y subieron a la buhardilla, que estaba llena de murciélagos.
Decidieron llevarlos a todos al salón y allí comprendieron que todos eran desaparecidos que querían encontrar el tesoro.
Rubén
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