Una tranquila mañana de primavera, paseaba por el parque una niña de nueve años llamada Silvia. El cielo estaba despejado y se veía el sol resplandeciendo, pero eso duró poco. De repente empezó a llover y la niña se refugió en un árbol.
- Silvia, necesito tu ayuda - se escucha una voz.
- ¿Quién me llama? - pregunta.
- ¡Soy yo, el Clima!
- ¿El Clima? No conozco a nadie que se llame así.
- Eso es porque no soy una persona.
- ¿En qué te puedo ayudar?
- Estoy muy enfermo. Necesito que le digas a la gente que no pueden seguir contaminando.
- ¿Cómo puedo convencerlos?
- Diles que, si no lo hacen, desaparecerán las estaciones y todos los días serán grises y oscuros.
El resto de su vida Silvia se dedicó a tratar de mentalizar a todos los gobernantes de lo que el Clima le había dicho.
Óscar
No hay comentarios:
Publicar un comentario