Una vez iba paseando y vio un pajarito, pequeño y con mucho frío, así que decidió llevarlo para su casa.
Al poco rato vio un conejo, que tenía miedo, y para dentro...
Cuando llegó a un puente, encontró un cachorrito abandonado y tampoco lo dudó.
Se estaba cansando, ya no podía más; pero estaba muy satisfecho:
¡Sus huéspedes ya no sufrirían jamás!
Alba
No hay comentarios:
Publicar un comentario