Un día de verano estaba en la playa con mi familia y mis amigos; estábamos preparándonos para cenar, en un sitio aparentemente seguro, y más aún con la marea bajando.
Nos subimos a una roca enorme para picar algo. ¡Qué bonito se veía todo! ... Hasta que oímos gritar a una familia:
"¡Socorro, mi hijo se aleja!"
Sin pensarlo, mi padre y un amigo se tiraron al agua para salvarlo; aguantaron a flote con el niño hasta que llegó salvamento, ya que era imposible nadar contra corriente.
Cuando lo sacaron, todo el mundo rompió a llorar:
¡Qué miedo pasamos!
Todos aprendimos, en muy poco tiempo, que nuestros padres tenían razón:
NO SE PUEDE LUCHAR CONTRA LA NATURALEZA.
Clara
QUE SUERTE TUVO ESE NIÑO, GRACIAS A TU PADRE Y A SU AMIGO, NO LE PASÓ NADA MALO.
ResponderEliminarUN BESO.
QUE BONITO .
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