Junto a una inmensa hoja de lechuga, había un caracol con cara de preocupación.
Otro caracol que pasaba por allí le preguntó:
- ¿Qué te pasa, amigo?
Él le respondió:
- Creo que me está siguiendo un niño.
Su amigo le dijo:
- Voy a ver si es verdad.
De regreso:
- ¿Qué pasa?
- ¡Corre, que viene a cazarnos!
Al final, todo era porque el niño les quería dar una hoja de lechuga porque pensaba que estaban hambrientos.
Lucía
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