Volvimos a construir nuestras casas en un lugar nuevo.
Un año después, vuestro padre ya había nacido, llegaron otros hombres y colocaron una valla con un gran cartel donde ponía:
Un año después, vuestro padre ya había nacido, llegaron otros hombres y colocaron una valla con un gran cartel donde ponía:
- ¡A cenar! (Se escucha desde la cocina.)
- Es la abuela que nos avisa: ¡La comida está lista!, es mejor que nos apresuremos.
- Abuelo, tienes que acabar la historia. - Protestaron los dos niños a la vez.
- El resto ya la sabéis, desde aquel momento este lugar ha sido nuestro hogar y los hombres buenos lo cuidan, pues lirones grises como nosotros quedan pocos; por eso, vigilan y evitan que nos capturen para vendernos como mascotas.
- Me encanta escuchar tus historias. - Dijo Cris toda contenta.
- Me alegro que te gusten y ahora a cenar, que se enfría todo, hoy es Noche Buena y hay que celebrarlo.
Óscar
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