No era más que un pie, que decía: "Yo no soy un pie".
Cuando comentaba que no había sido, que no había empujado a alguien, todo era mentira: era el culpable.
Si se quejan de que han comida el postre, ya sabéis, y lo niega...
De pegarle a alguien y lastimarlo, tampoco es él.
Un día pidió ayuda, nadie le creyó y no lo ayudaron.
Bruno
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