"Tiuri el caballero"

Esto fue hace ya mucho tiempo, más o menos en la época donde los torneos medievales eran habituales y la guerra entre reinos aún más.

Primero retrocedemos diez años atrás, cuando un señor muy noble llamado Aldous rescató a una prisionera de nombre Trea y a su hijo, Tiuri (el protagonista de la historia), pero no los liberó para dejarlos libre, los salvó para casarse con la mujer y hacer que el niño siguiera sus pasos.

Varios años después cumple quince años, y su padrastro quiere que siga la tradición familiar que muchos ricos conservaban en aquellos tiempos; para eso tendría que ir a la escuela de caballeros, que duraba solamente unos cuatro días.

Al llegar el primer día de entrenamiento no tenía la mínima idea de lo que hacer; mientras pensaba, todo los demás luchaban, esquivaban con gran facilidad y cuando dejó de darle vueltas a la cabeza lo intentó pero solo se consiguió hacer daño a sí mismo. Lo peor para él era que su padrastro lo estaba viendo y por eso cuando llegaron a la entrada de su hogar el adulto le retó a su hijastro, pero Aldous con un solo movimiento tiró a Tiuri y se fue enfadado.

Por la noche Trea fue a ver lo que le pasaba a su hijo, y este le contó que no estaba preparado para ser caballero, pero la madre le dijo que si no lo hacía el hombre de la casa le iba a perder todo el respeto y eso era lo último que quería, entonces tuvo que seguir en la escuela.

Tenían como penúltima prueba una carrera de cuádrigas; cuando le tocó al joven nadie tenía esperanza en él, pero cuando ganó todo el mundo quedó alucinado. Al ir al guardar el caballo se enteró de que su padrastro pagó al adversario para que le dejara ganar, y tuvieron que tener una larga charla.

Semanas después tuvo que ir a la prueba final donde se encontró con sus compañeros: Román, Adney, Ricker, Margery y el hermano pequeño de Ricker, Godwin (que era la persona más joven en llegar al final) con los que tuvo que entrar en el templo maldito y él que les explicó la prueba les contó que no podían hablar ni moverse durante doce horas. Al paso de un tiempo se empezó a escuchar portazos y gritos en la puerta, pero nadie le hacía caso porque pensaban que era una trampa; pero Tiuri fue a abrir la puerta y se encontró un anciano que pedía ayuda, lo siguió para ver lo que pasaba y al llegar allí se encontró con el caballero negro de la armadura blanca que estaba herido. El señor mayor le dijo al joven que se acercara junto a Alistair (caballero negro de la armadura blanca) que le dio una carta para que se la llevara al rey y su anillo también; pero en ese momento llegan los caballeros rojos (los malos, que siguen las órdenes de su jefe malvado Usher) que venían a robarle el pergamino. El viejo le mandó que se fuera a esconder y cuando se ocultó se puso a observar cómo los malos despachaban al caballero negro de la armadura blanca; sin querer lo vieron y tuvo que escapar al reino.

Al día siguiente su padrastro lo tuvo que esconder porque sus compañeros lo andaban buscando para entregárselo a Wade, el padre de Román, porque pensaban que Tiuri había matado a Alistair.

Horas después aparecen los malos para llevarse al joven, pero Aldous lucha contra ellos y gana la partida y le dice que se vaya del reino para ir a darle la carta al rey. Cuando iba a coger el caballo la hija del alcalde que se llama Lavinia, le pidió si podía ir con él para explorar y le dijo que sí.

Al llegar la noche estaban en las montañas nevadas y no sabían dónde dormir, pero en ese momento el abad del monasterio de monjes les invitó a dormir en el convento y aceptaron. Al entrar se encontraron con un loco atado con cuerdas que no paraba de decir ``está llegando, está llegando´´ pero no le hacían caso. Horas después de irse a dormir aparece el lunático diciendo otra vez ``está llegando, está llegando´´. Al paso de minutos aparecen los residentes del claustro para atarlo de vuelta pero Tiuri no quiere que se lo lleven; entonces empieza a gritar ``para, para´´ y hace que todos salgan volando, el perturbado cambia sus palabras diciendo ``llegó´ porque el joven activó sus poderes.

Mientras caminaban no paraban de hablar lo que había pasado y de cómo podían llegar al castillo del rey a darle la carta antes de que se pusiera la luna de sangre porque, si se ponía Usher, le robaría el trono al rey, que en realidad era su padre.

Al caminar varios kilómetros se encuentran con un barco que va al reino y se montan. Tiuri tuvo que ir con el caballo mientras que Lavinia estuvo en un camarote de lujo; por la noche llegaron los caballeros rojos que solo querían la carta, pero el joven no se la dio y se fue corriendo con su amiga y raramente con el animal, tuvieron tan mala suerte que cayeron al mar, pero un señor que andaba en un bote los salvó y los llevó a su casa. Al día siguiente mientras la chica iba a coger flores, el adulto puso al joven encima del fuego para quitarle los poderes; como no quería que se los quitara, empezó a gritar. Justo en ese momento aparecen los compañeros del chico que lo escucharon y Lavinia insiste en que la ayuden. Como aceptaron en cooperar, fueron corriendo a la vivienda que, en realidad, era una cueva e intentaron mover una roca que impedía entrar. Como no eran capaz de sacar la roca, la chica le dijo que utilizara sus poderes y eso hizo; cuando logró escapar se fueron todos corriendo en sus caballos y ahí los que venían a capturar a Tiuri cayeron en que él no mató al caballero negro de la armadura blanca y por eso lo quisieron ayudar a encontrar al rey.

Cuando pensaban que le quedaban poco para llegar al castillo los caballeros rojos volvieron y empezaron a luchar. Adney le dijo que utilizara sus poderes, los cuales usó y consiguió tirar a todos al suelo. Después de todo lo empezaron a felicitar, pero en ese momento dijo que él no hizo que se cayeran, fue Lavinia y todo el mundo se quedó con la boca abierta, le preguntaron por qué lo ocultó y contestó que no le gustaba destacar.                                           

Al día siguiente llegaron al castillo donde estaba al rey y Tiuri le dio la carta e hizo que Usher fuera a la cárcel.

Una semana después la reina les nombró caballeros.

Ana dos Santos