domingo, 12 de abril de 2020

"El tiempo con mi tutor"


En estos cuatro años ha pasado de todo, desde momentos graciosos (que no fueron pocos) hasta momentos aburridos (que no hubo muchos). ¡Gracias!

Cuando pasé de segundo a tercero de primaria, el primer día estaba temblando (que es algo normal en mí) porque no sabía lo que iba a pasar.

Al entrar en clase y al ver que el profesor que me había tocado: Genaro, solo deseaba salir corriendo, porque me daba un poco de miedo; pero cuando nos empezó a hablar me di cuenta de que no era tan malo como la gente decía; la verdad es que era muy bueno, hasta casi deja entrar a una gaviota para que aprendiera matemáticas con nosotros, y ahí nos dimos cuenta de que nos íbamos a divertir mucho. (Siempre me gustaron los animales)
Los primeros días ya habíamos aprendido a hacer resúmenes entre otras cosas; y si digo la verdad, al principio no sabía ni lo que era, ni tampoco muy bien cómo. Aún me acuerdo la primera vez que salí al encerado a hacer uno y no tenía ni la mínima idea, pero lo bueno es que al final me salió mejor de lo que me esperaba y me volvió a sacar los tres días siguientes. (Era para darte seguridad)
                                      
Cada día que entraba a clase me ponía muy nerviosa por miedo a salir a la palestra; si me salían bien las cosas estaba contenta; pero si no, lo más normal era que me cayera una bronca. (Con el tiempo, viste que no tenía importancia)

Durante dos cursos seguidos he estado sentada junto a él con el tocho de matemáticas porque no sabía cómo hacer los problemas y no es que me gustara mucho, la mayoría de las veces acababa llorando. (Lágrimas efectivas)
Pasamos a cuarto nos volvieron a mezclar y fue un poco raro porque ya estaba acostumbrada a estar con los otros compañeros, aunque hice nuevos amigos. 
 
Este es el último curso de primaria y ya dimos cosas de secundaria.

En estos cuatro años fui muy feliz contigo: aparte de ser un muy buen profesor, también fuiste como un psicólogo para mí, eso te lo agradezco. (Creo que debes saber el cariño que te tengo, nada me tienes que agradecer)

Repetiría con el mismo maestro, sin ninguna duda. (Tus palabras justifican mi trabajo, muchas gracias.)

Unos nervios mágicos

No hay comentarios:

Publicar un comentario