sábado, 12 de agosto de 2023

"Dormida"

"La Peter Pan intrusa"

Estando en la playa, me quedé dormida en la toalla durante un  buen rato y tuve un sueño de lo más raro, es una larga historia...

Aparecí en el salón de mi casa con mis padres y mi hermana. Estábamos en una especie de reunión en la que dos adultos nos contaban nuestra verdadera historia de vida.

Decían que yo era la original hermana mayor.¡Me quedé alucinada!

Resulta que Ainhoa no quería crecer nunca, porque le encantaba la etapa de la infancia. Aborrecía ser mayor porque no quería ir a trabajar ni asumir responsabilidades.

Así que había viajado al País de Nunca Jamás, donde todo es fantasía. Allí, donde habitan los niños perdidos, les preguntó dónde podría encontrar la poción para no crecer jamás; pero ninguno de ellos lo sabía.

Así que no tuvo más remedio que preguntarle a su peor enemigo, Garfio. Cuando iba de camino hacia su barco solo pensaba, esperanzada, en que este no la intentara hacer papilla.

Una vez se encontró con él, mi hermana, con sus buenas dotes, le puso sus ojitos de cordero y logró que le ayudase. De inmediato le dio la solución: "Tendrás que tener una hermana y, en el momento del nacimiento, con un mechón de su pelo harás la siguiente poción: coloca en una jarra de cristal el mechón, champán, rosas rojas y azúcar. Mézclalo y dúchate con esto. En menos de veinticuatro horas empezarás a ver como la menor crecerá hasta tener diez años, y a ti los día no te sumarán más.

La pequeña así lo hizo y logró lo que quería.

Hoy en día disfruta de las ventajas que supone ser pequeño: mimos de papá y mamá, ninguna preocupación, visión fantasiosa de la vida, superpoder de chinchar a la mayor, ir al colegio exclusivamente a jugar... 

En este punto, me desperté. La verdad, me sentí aliviada al saber que no era cierto. Ahora deseo que crezca y que tenga que currar como todos los de clase.

Mientras esto pasa, tengo una misión: recordarle cada vez que se burle de lo mucho que trabajamos, que a ella también le llegará la hora.

Sara