A veces es muy difícil expresar lo que se siente en tardes como la de hoy. Puede haber quien piense que la sinceridad sobra, y más en los tiempos de hoy.
Un trabajo como el nuestro proporciona muchas alegrías, aun a pesar de las exigencias. El cariño de los niños y el reconocimiento de los padres no tiene precio.
Estos días me resultó difícil pensar en la reunión, se sucedían muchas cuestiones y sentimientos sobre mi cabeza: comprensión, esfuerzos, reciprocidad...
Me resultó difícil mantener el tipo... No sé si se notó. La presencia de mis alumnos fue lo que me mantuvo firme.
Solo me queda daros las gracias, al igual que a mis compañeros, y reconocer las satisfacciones que he recibido permanentemente de vuestros hijos, que han llenado muchos momentos durante estos cuatro años.
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
Genaro