Estaba en casa jugando al ajedrez con papá.
Fuera vimos una sombra y nos asustamos. Le dije a mamá que había alguien y no me hizo caso.
Llamaron a la puerta y vimos a un monstruo. Era grande, negro y feo. Tenía cuatros ojos de color rojo y enormes, unos dientes afilados para comer a la gente.
Con tan mala suerte que nos comió... ¡Y dejamos que la naturaleza siguiese su curso!
Pablo
No hay comentarios:
Publicar un comentario